"EL CAPÍTULO DE LOS GEMIDOS"

"EL CAPÍTULO DE LOS GEMIDOS"

"Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."
Romanos 8:22-23,26 - RVR1960

El Libro de Romanos es una narrativa tan intensa e importante de la Biblia que muchos eruditos piensan que solo a través de sus enseñanzas, podemos explorar todo el mensaje de la salvación de Dios que se muestra en estos maravillosos escritos del apóstol Pablo.

El capítulo 8 es una obra maestra y particularmente en esta sección del libro vemos a Pablo hablando de tres tipos de gemidos: viniendo de toda la creación, de nosotros, creyentes, e incluso del Espíritu Santo.

La idea es tal expectativa por Dios y su justicia, su favor y misericordia, que cada centímetro de nuestra alma lo anhela. En este contexto cósmico y holístico, la naturaleza "trabaja con dolores de parto" por un maravilloso "nuevo mundo"; nosotros, como creyentes, gemimos desesperadamente con la expectativa de ser llamados hijos e hijas de Dios; y el Espíritu Santo hace tal intercesión por nosotros mientras oramos ante el Padre, que sería completamente indescifrable e indiscernible para el entendimiento humano.

La pregunta que se nos plantea a todos hoy es la siguiente: “¿Tenemos tanto anhelo de ver la manifestación de Dios hasta el punto de gemir en nuestro espíritu, como Jesús también lo hizo mientras se preparaba para resucitar a su amigo Lázaro (Juan 11:38), en plena expectativa de la maravillosa revelación de la gloria de Dios en nuestras vidas?

Sí, debemos tener este ardiente y irresistible anhelo hacia nuestro Dios, en todo lo que hacemos, esta intensidad de un gemido sincero mientras lo buscamos, un gemido que solo puede ser apagado por Su manifestación en medio de nosotros, y la perpetuación de Su voluntad en todo lo que hacemos.

¡Experimentemos, con la ayuda de nuestro Ayudador, una pasión ardiente por Dios!

¡Te deseo muchas bendiciones a ti y a tu familia!

Pastor Joshua