"¿REFORMADOS O DEFORMADOS?"

"¿REFORMADOS O DEFORMADOS?"

"No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.."

Romanos 12:2 - RVR2015

Hace unos días escuché a alguien preguntar: "¿Qué significa ser reformado?"
Pensando en esa pregunta, y teniendo el honor de ser un ministro reformado, seguí pensando qué respuesta sería la más adecuada para esa pregunta.
Aunque el término "reformado" tiene que ver con el Movimiento de Reforma del siglo XVI en Europa, sugeriría que podemos profundarnos aún más en este pensamiento, con algunas perspectivas bíblicas mucho más antiguas sobre el tema.

Creo que para entender lo que es “ser reformado” debemos remontarnos a algunas verdades fundamentales: Dios creó a cada hombre para ser a Su imagen y semejanza, fuimos formados para disfrutar de Su presencia y vivir una vida infinita de gozo y felicidad. Pero el pecado entró en el mundo perfecto y nosotros, como el mundo, nos deformamos, nuestros corazones se volvieron “desesperadamente corruptos” y pecaminosamente inclinados a los deseos carnales, y esas inclinaciones nos separaron irremediablemente de nuestro Padre Celestial.
Sin embargo, por Su gracia, el Señor Todopoderoso decidió reformar a Sus hijos e hijas, y envió a Jesús a pagar nuestras deudas en la cruz y reconciliarnos con Él. Después de recibir una salvación tan grande por la fe en el sacrificio de Jesús, finalmente podemos ser llamados "reformados".

¡Pero la verdad es que no se detiene ahí! Al ser reformados tenemos dos pasos más por recorrer, y en las palabras del apóstol Pablo en Romanos 12, estos son: no ser conformados, para que podamos ser transformados.
Y la belleza del proceso va aún más allá, porque el mismo apóstol Pablo dice en 2 Corintios 3,18: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."

¡Sí, estás pensando bien! El ciclo finalmente se ha completado: después de ser formados en la gloria, fuimos deformados por el pecado, reformados por el Señor y desafiados a no conformarnos con el mundo, para que podamos ser transformados, y finalmente (nuevamente, como en el principio), a experimentar la presencia del Señor en nuestras vidas, de gloria en gloria!

¡Te deseo muchas bendiciones a ti y a tu familia!

Pastor Joshua